La forma de luchar contra el terrorismo es terminando con la pobreza, el centralismo, la explotación, el ultraje y la corrupción. Porque situaciones calamitosas como las que se vivían en esa época desembocaron en una respuesta de violencia impulsada por confusiones ideológicas. Porque es lamentable ver un país obnubilado con el crecimiento económico, que es en realidad el de los otros países sobre el nuestro. Yo veo en el país a un montón, decenas, miles de peruanos haciendo el papel de Sísifo, cargando su enorme piedra hacia los infiernos de la desgracia a la que han sido empujados, aún cuando creyeron con convicción en un cambio radical, y entendamos radical no como un movimiento violentista, sino que busca la raíz de la problemática para su solución.
¡Queremos acabar con el terrorismo? acabemos con el terrorismo del hambre y con el terrorismo del olvido, acabemos con el terrorismo de la corrupción, la de los jueces pendejos, la de generales pendejos, la de las primeras damas con barba presidencial. Acabemos con los circos de la política instalados en el congreso, ese terrorismo burlón que discute y deroga leyes en favor de los grandes, condenando a los pobres a una miseria cada vez más pobre e inhumana. ¿La lucha contra el terrorismo es educación?, claro que lo es, pero una mala educación también son los malos ejemplos, una mala educación también es la necesidad, como también lo es el terrorismo de la prensa chatarra y el terrorismo de la televisión que asesina todo razonamiento de las cabezas de la gente.
Luego crearon una Comisión de la Verdad como otra táctica para entretener a la gente recordando el terror de los muertos mientras por otro lado se tejían miles de otras argucias para encubrir la benemérita participación de los asesinos del estado. Esa comisión que busco la verdad en el pasado mientras las verdades del presente se encontraban en total abandono, de manera que se generaron muchos espacios para hacer crecer el país, vendiéndolo.
La lucha contra el terrorismo no es enviar a suboficiales sin preparación a entrenarse con la muerte en vivo, porque todas esas negligencias también suelen ser primas hermanas del terror. La lucha contra el terrorismo es una lucha descentralizada donde no hay tregua a la desnutrición crónica, dónde no hay tregua a una educación de pésima calidad y en pésimas condiciones; donde no hay tregua a las donaciones de alimentos envenenados que matan a los niños como si fueran ratas; en la lucha contra el terrorismo se debe fortalecer el sistema jurídico y judicial beneficiando a todos por igual y no al que tenga más plata. En la lucha contra el terrorismo debemos ver un país con una marca para dentro y no la que vende la careta de país feliz al exterior mientras aquí los protagonistas tienen derecho solamente a morirse de hambre. La lucha contra el terrorismo se genera cuando las empresas mineras no tienen más poder que el estado. La lucha contra el terrorismo es terminar con el terror cotidiano de la pobreza, dejar de vender galones de combustible a los financistas del terror o prestar patrulleros enteros. La lucha contra el terrorismo también es no criminalizar las protestas sociales a balazos, con campesinos asesinados a balazos en la cabeza. La lucha contra el terrorismo es la lucha en favor del agua. Es una lucha ideológica desarmar con principios y practicas contrarias a esas corrientes torcidas que surgen como remanentes de lo que fuera Sendero Luminoso.
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