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Mostrando entradas de mayo, 2011

Expresión pura

ESCAPANDO DEL VACÍO

Me había resbalado varias veces en la vida. Hay resbalones que consideramos insignificantes, a los que ni siquiera nos atrevemos a observar de reojo mientras nos deslizamos por túneles inhóspitos, como cadáveres que se entierran tan profundamente que hasta desaparecen del recuerdo. Hay huecos, hondos, agrestes, vacíos, infinitos, llenos de ausencias, de miedos, de angustia y a veces de hiel. Los pasos que damos los hombres siempre buscan ser calculados, maquinados pensados, pero a veces hacemos dos o tres cosas que suceden de forma paralela, sin que nos demos cuenta de todo lo que ocasionamos, son en esos momentos en que caemos. Y lo más difícil de esto, es la impotencia que provoca, el nerviosismo y la tensión a la que me somete. Siempre tuve miedo de quienes se veían deprimidos, infames ante la felicidad y la luminiscencia de la vida, de los milagros diarios, del pensar y el sentir; jamás me di cuenta de que nadie está libre de congoja o de llanto, de gritos desaforados en tempes

CUANDO EL SOL CRECE

Palabras para Trois II

QUIEN SOY, DE DONDE VENGO, A DONDE VOY? De estas palabras, de donde se desprende toda esa gama de reconocimientos que te hacen sentir tu mismo, acercándote a tu yo interior de manera constante, para preguntarte y responderte. Para objetarte e incluso imponerte pensamientos y mallas que capturan tus sueños. Esa búsqueda: del ser, del saber a dónde vamos, cuál es nuestra finalidad en la vida nos hace disparar sin calcular, creyendo que se hace el disparo exacto, la táctica suficiente, la estrategia correcta. Pero pasa más que un río turbio cuando el amor penetra en este recreo filosófico y tus temores se asombran de tu nerviosismo, de tu intranquilidad, de tu desasosiego, de tu premura y de la mea que emana de tu temor agazapado. Y es cuando no necesariamente dudas, sino te hundes en el lodo del espanto, sucumbes ante tus propias debilidades, te aplastas en las cloacas y te pudres en tan solo instantes, ni siquiera respirar porque tu cuerpo se deprime de horror. Vaya sensación, vaya an