Cuando Oscar Pajares bordeaba los 80 años, su cabeza brillaba
deslumbrante debido a que sus pocos pelos desertaron de sostenerse en tan
alocada cabeza. Se encontraba limpiando su charango después de tocar algunos
temas de los Kaliches en la plazuela Belén, ni siquiera se había atrevido a
pasar la gorra, esa vez se la pasaron a él. De pronto un joven que persistía en
conservar la música de los Ruido Negro y los Serrania y que había hecho una
maestría basada en la investigación biográfica de lo que había sido la banda
Kaliko y los kaliches, se acercó emocionado y le preguntó al viejo músico:
-Disculpe Don Pajares ; le dijo rápidamente luego de
presentarse; Hay un concierto aproximadamente del año 2005 donde se oyen voces
de todo el público cantando el tema de “Kaliches por siempre” en lo que fue en
ese entonces el Bar Café, Akaesh ¿Recuerda usted de esa escena?
-Claro que lo recuerdo; dijo el viejo músico
luego de una larga pausa en la que motivado por el recuerdo se llevaba las
manos a la cara como tratando de recordar.
-Quisiera tener el
audio de esa presentación; le dijo seriamente; estoy seguro que después de
obtener ese audio podré morir en paz.
- Hijo tus palabras
serán escuchadas, pero si te lo paso, prometes morir en paz; dijo Oscar Pajares
sin inmutarse; ¿Prometes morir ahí nomás al toque? ¿Me lo prometes?; insistió
el decrépito.
El joven soltó una carcajada y mostrando un gesto de emoción inesperada
dijo:
- Me voy con kaliko...
-Ay chucha no, mejor no; dijo luego
de pensarlo bien mientras se acomodaba en la grada del pasaje; sino arriba la
pasan mejor que aquí, y nica yo soy piconazo, nunca no te lo pasaré…
El joven, quien se
mostró entretenido con la plática con aquel ancestral músico continuó sonriendo.
-Vamos todos, misma
comparsa cantando; interrumpió con cierto brillo y melancolía en los ojos; llegamos
pa arriba, pero hay que llevar chela
porque arriba no creo que haya.
-¿Tú crees que no va
a haber?
-Sí; afirmo el
anciano concibiéndose una idea del cielo quizá tan semejante a la de la tierra;
pero debe ser carioca pe, y hasta que encontremos chamba y eso, mejor estar con
provisiones.
-Nos vamos a chupar
al infierno entonces, ¿Dónde crees que esté kaliko?, se dice que el era un “Shapingo”.
-Conociéndolo a ese
pata, es de los 2 lados, está arriba hasta que se acaba el trago de ahí se va
pa abajo; aseguro el músico con un rostro sonriente.
-Me parece una gran
descripción; afirmó el músico mientras Oscar Pajares desprendía de su guitarra
los acordes del antiguo himno de los “kaliches por siempre”
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