Ahora visitamos la zona de Chetilla, nos alojamos en la casa de lafamilia Alegría ubicada en el caserío de Mawypampa. Me reciben bien, aunque a ratos noto que la gente tiene temor cuando mi lente busca encuadrar sus miradas y tirar del botón. Había quedado encontrarme con un amigo, pero este ya había salido del lugar con destino a Cochapampa. Estas imágenes son una breve muestra de lo que encontré en esa zona, de quechuahablates, fuertes y trabajadores pobladores, población envuelta de múltiples problemáticas que van a ir distinguiendo en cad auna de las fotos.
Si hubieras visto la forma como sus ojos fijos se encontraron el uno con el otro alargando su inevitable despedida; deliberando cualquier reacción, rebuscando en el interior de las pupilas de cada uno, sin parpadear. Es probable que ella intentó contener su abatimiento prensando sus lagrimas en un esfuerzo inútil, es posible que sus miradas se encontrasen unidas por una suerte de vía microhondas y hubiesen transmitido aproximadamente unos mil viajes de ida y vuelta a cada uno de sus infiernos, como quién viaja sin deseo, de forma agresiva. El asunto es que estuvieron ambos expectantes dispuestos de forma opuesta, el uno frente a la otra como en una partida ajedréz donde cualquier movimiento puede terminar matando al contrario. Estuvieron quietos sus cuerpos. Quién sabe cuántas cosas pudieran haberse dicho, puede ser que ella le reclamase por algún error y él no suplicara, por eso la lágrima rebelde se desmaya exhausta por su mejilla y su pupila ejerce un movimiento triste ...
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buenas fotos: sentimentalismo+ realidad