Tía, quería que entiendas que en estas épocas, la represión, la guerra e incluso el odio es primitivo. Tía, yo también siento. El mundo ha cambiado, ¿Sabías que la tierra no es cuadrada? Sabías que el 75% del planeta es agua y del cual solo el 4% es agua dulce, como para que me vengas a amargar el día.
Soy un ave cuyo habitad no es una jaula. Hace rato que en Berlín cayó el muro, hace rato que las mujeres conducen auto y ocupan cargos ejecutivos en grandes entidades. Tía, hace rato que la virginidad es una estupidez, ahora sí importan las mujeres aunque honestamente queden muy pocas. Hace mucho tiempo que la mujer ha dejado de ser un mueble que adorna la casa. Como decía Simone de Beaauvoir “El esclavo que obedece escoge obedecer” y yo quiero rebelarme.
Hace rato que el hombre llego a la luna, la bombardeo y justo ayer encontraron agua en marte. Tía, Hace rato que he nacido, he crecido y no te quieres dar cuenta. Hace tiempo que The Beatles ya no son el hit del momento en ninguna radio y tampoco los verás en los posters del Teatro Olympia de París revolucionando el mundo.
Tía, hoy malograste la cena de la pizza feliz (ya que no venden botellitas de felicidad en ninguna tienda) con el pelucón que quiere engreírme. Eso no te lo va a perdonar. Lo peor es que él no va a cansarse de invitarme a ser feliz solo porque tú no te arriesgas a creer que la felicidad existe. Tú no estuviste la mañana en que me cantó, por eso no puedes entenderme, tu no lo has dibujado como yo.
Tía hoy arruinaste la pizza, pero no la pizzería.
Gracias tía.
Soy un ave cuyo habitad no es una jaula. Hace rato que en Berlín cayó el muro, hace rato que las mujeres conducen auto y ocupan cargos ejecutivos en grandes entidades. Tía, hace rato que la virginidad es una estupidez, ahora sí importan las mujeres aunque honestamente queden muy pocas. Hace mucho tiempo que la mujer ha dejado de ser un mueble que adorna la casa. Como decía Simone de Beaauvoir “El esclavo que obedece escoge obedecer” y yo quiero rebelarme.
Hace rato que el hombre llego a la luna, la bombardeo y justo ayer encontraron agua en marte. Tía, Hace rato que he nacido, he crecido y no te quieres dar cuenta. Hace tiempo que The Beatles ya no son el hit del momento en ninguna radio y tampoco los verás en los posters del Teatro Olympia de París revolucionando el mundo.
Tía, hoy malograste la cena de la pizza feliz (ya que no venden botellitas de felicidad en ninguna tienda) con el pelucón que quiere engreírme. Eso no te lo va a perdonar. Lo peor es que él no va a cansarse de invitarme a ser feliz solo porque tú no te arriesgas a creer que la felicidad existe. Tú no estuviste la mañana en que me cantó, por eso no puedes entenderme, tu no lo has dibujado como yo.
Tía hoy arruinaste la pizza, pero no la pizzería.
Gracias tía.
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