Me pasé meses soñando entre melodías musicales. Cuando desperté, me descubrí siendo un pintor. No hubo mejor estado de coma que los colores de tu arcoíris, ni mejor aliento que pueda extasiarme como son tus secretos. Esa lápida ya no tiene mi nombre, tu muerte no espera un epitafio tan asesino… mis manos solo pintan lo que ven mis ojos mientras duermo… música maestro¡¡¡ Y empezaron a zumbar los lamentos, penetrando con melódicos ornamentos el diván de los recuerdos. Caía una canción cual manantial regando besos, esta noche se queja en silencio y en clave de sol tiritan los muertos, en la danza más austera, en la fiebre más ardiente. Así descalza pasea, sacudiendo la ceniza, lo que queda de tu voz. No me quedan más canciones para brindar, esta noche se va tiñendo de melancolía. Los bohemios transitan entre órbitas inciertas, sobrevolando en honda circular, a punto de hundirse en tu mundo, en tu paraíso, en tu verde pastel en el que alguna vez colgué tus fotos y ahora encierras su canc...