En el Perú, de norte a sur, de este a oeste somos un país bastante diverso. Razas distintas, idiomas distintos, creencias y cosmovisiones diversas. Somos un país que se representa por el Cebiche, plato típico que revela esa diversidad de condimentos y elementos. Pescado, cebolla, distintos ajíes, camote, cancha o mote, limón, sal al gusto. Igualito es el país nuestro con el que despertamos todos los días. Una mezcolanza de todo. Actualmente y al parecer por pura fachada política, se ventila un crecimiento económico que se dispara y tiende al crecimiento. Sin embargo no es necesario ir muy lejos para encontrarse cara a cara y de forma chocante con realidades completamente distinta. Lo ves en las avenidas, en los restaurantes, están en todos lados, cientos de miles de indigentes enrumbados nómades que deambulan sin rumbo entre el “recurseo” como pieza clave de su supervivencia. No he podido tragarme el cuento de que el Perú está creciendo, al contrario los rumores cotidianos, la prens...