Quiero encender una llama en tu farola, para abrigar tu vientre con todo mi fuego. Calentar en el hondo de tu alma una briza de ensueño, un susurro de viento en tus oídos despiertos, una lágrima en tus senos ardiendo y un corazón que late a destiempo, como trotando una maratón con ritmos celestiales. Acelerando los pasos hasta el final de tu calle y aparecer cuando tu estas desapareciendo como una flor sedienta de tu resuello excitado, sediento de tu vapor de mujer fértil y candorosa. No hay más noche para cuando despiertes, ni siluetas que deambulen en tus espejismos, ni luna que se aparte de tus noches de amor, por que cada noche tuya, es un día nuevo para tus labios hambrientos. Joseph 29 marzo 11 10:20pm