Se aproxima la primera media hora de las cuatro de la tarde, me siento como removido por las circunstancias, no reconozco hasta qué punto la bondad puede ser una manifestación positiva, no sé hasta qué punto puede ser real. Lo peor de todo es que a veces me canso de intentar ser bueno y suelto la cuerda, destruyo todo con e impacto que la inercia genera en los cuerpos que mantienen la tensión, me suelto simplemente. Y acudo a la rabia, y me deshago de todo con tan solo fruncir el entrecejo, amargado por toda la basura que empiezo a vivir. Que absurdo, a veces pienso si dentro de los márgenes de la justicia, el aguantar sea un territorio iluminado, me desangro creyendo que no está bien lo que sucede. Sólo preocúpate por ellas, me dicen, sin saber que lo hago constantemente, al extremo de sentirme el único que lo hace, mientras el resto fiestea sus anchas, mandando a la mierda lo verdaderamente importante, yo jodido aquí asistiéndolas, cada cinco minutos, cada vez que me timbran, cada ve...